A descansar que en Otoño…
El Global
Los que trabajamos en el entorno normativo del medicamento o de los productos sanitarios tenemos motivos fundados para pensar aquello de que las vacaciones son tan necesarias para afrontar el último cuatrimestre del año como las barritas energéticas o los geles de glucosa son imprescindibles antes de escalar el Tourmalet o el Angliru. Porque no lo duden, desde finales de agosto y principios de septiembre hasta final de año, si se cumpliese lo previsto en el último Plan Anual Normativo publicado en abril, es más que posible que el BOE saque humo.
En estos cuatro meses se debería aprobar la Ley de los medicamentos y productos sanitarios, la Ley de gestión pública e integridad del SNS, el Real Decreto sobre productos sanitarios in vitro, el Real Decreto sobre publicidad de productos sanitarios, el Real Decreto de evaluación de tecnologías sanitarias, el Real Decreto de financiación y fijación de precios de medicamentos y su inclusión en la prestación farmacéutica del SNS, el Real decreto sobre financiación selectiva de los productos sanitarios con cargo a la prestación farmacéutica del SNS para pacientes no hospitalizados, el Real Decreto de condiciones para la elaboración y dispensación de fórmulas magistrales tipificadas de preparados estandarizados de cannabis; el del Estatuto de la Agencia Estatal de Salud Pública, el de publicidad y marketing de productos sustitutivos de la lactancia materna; y alguno que otro más. Por no hablar de la Ley para el buen uso y gobernanza de la inteligencia artificial, la Ley del estatuto marco del personal estatutario de los servicios de salud; y todo esto sin contar con lo que nos venga desde la Unión Europea.
No teman, el Plan Normativo de 2026 seguro que incluirá alguno de éstos. De hecho, el Plan Normativo de 2025 arrastra ya alguno de los objetivos para el 2024. Es un poco aquello de la organización del desgobierno a la que se refería el Profesor Alejandro Nieto; está todo muy bien previsto pero luego pasará lo que pase y seguiremos adelante. Bueno, seguiremos adelante los que no nos hayamos cansado, porque tampoco me queda duda alguna de que muchas ilusiones, iniciativas y proyectos que podrían recalar en España o incluso en Europa acaban en otros continentes; porque si a algo tiene aversión el capital es a la incertidumbre en torno a las normas por las que se va a regir su actividad.
Pues eso, a descansar, a renovar neuronas, rellenar los depósitos de glucógeno, y nos vemos a la vuelta. Un último apunte: la agenda legislativa y regulatoria está muy cargada; pero en el mundo del medicamento las normas importantes no se renuevan a fondo más que cada 20-25 años, es importante que lo que se apruebe sea cualitativamente robusto.