¿Vamos a ir en contra de la OMS?

Disculpen que vuelva a comentar por tercera semana consecutiva en esta columna de opinión el proyecto de Real Decreto Legislativo mediante el cual el Ministerio de Sanidad pretende regularizar, aclarar y armonizar la Ley 29/2006; pero les aseguro que es realmente importante.

En el artículo de la semana pasada les explicaba que en el proyecto se quiere añadir, en el artículo 99, que “a los efectos previstos en esta Ley, se entenderá por principio activo el nivel ATC5 de la clasificación anatómico terapéutica- clínica”, y les decía que esta supuesta clarificación es sospechosa, especialmente a la vista de que la última Orden de Precios de Referencia publicada, que ha generado discusiones diversas en torno a la interpretación del término “principio activo”.

Incluir este añadido en el artículo 99 es del todo improcedente. Primero, porque este añadido ni regulariza, ni aclara, ni armoniza. Si en el artículo 2 de la Ley se incluye una definición de principio activo, ¿a qué viene decir en el artículo 99 que a los efectos de la ley se entenderá por principio activo algo distinto?

Además, si se incluye este añadido en el artículo 99, resultará que estaremos legislando de forma frontalmente opuesta al criterio expresado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su página web, lo explica de una forma tan clara que me permito transcribirlo en su versión original en inglés:

The main purpose of the ATC/DDD system is as a tool for presenting drug utilization statistics with the aim of improving drug use. (…) Consequently, using the system for other purposes can be inappropriate.

It is important to emphasise that the ATC classification does not necessarily reflect the recommended therapeutic use in all respects. (…) It should be emphasised that assignment to different ATC groups does not mean a difference in therapeutic effectiveness and assignment to the same ATC group does not indicate therapeutic equivalence.

Por si esto no fuese suficiente en la misma página web mencionada la Organización Mundial de la Salud añade:

Basing detailed reimbursement, therapeutic group reference pricing and other specific pricing decisions on the ATC and DDD assignments is a misuse of the system.

En el documento de la OMS queda claro su interés por mantener la independencia y el rigor en materia de clasificación ATC. La institución sanitaria mundial, en este sentido, puede situarse en un plano superior, cómodamente desprovista de intereses individuales, y actuar bajo un régimen de imparcialidad similar al que han buscado grandes filósofos como John Rawls, al definir cuándo una posición es realmente justa. De este modo,la organización internacional puede manifestarse claramente en contra de que las compañías usen el sistema ATC con fines promocionales o comerciales, y de que quienes tomen decisiones sobre financiación tampoco deban hacerlo.