El futuro del medicamento en Europa
El Global
El pasado jueves celebramos el final del año del 25 aniversario de Faus Moliner en un acto en el Real Casino de Madrid. Mantuvimos un interesante diálogo sobre el futuro del medicamento en Europa con Maria Jesús Lamas, César Hernández y Rui Santos Ivo, acompañados de más de 150 otros amigos que nos honraron con su presencia. Habíamos celebrado un acto similar en Barcelona hace un año, y animados por los comentarios que recibimos en ese momento decidimos repetir, esta vez en Madrid. Entre lo mejor que nos llevamos de estos 25 años, sin duda destaca el haber tenido la oportunidad de establecer lazos de amistad con personas con una trayectoria profesional y humana de primerísimo nivel.
Desde nuestra especialización, y con una clara vocación de “boutique”, hemos tenido y seguimos teniendo la oportunidad de apoyar a quienes se esfuerzan por desarrollar, fabricar y poner a disposición de los pacientes, medicamentos y productos sanitarios que tanto han contribuido a mejorar la calidad de vida en nuestro entorno. También nos satisface constatar que nuestra forma de trabajar es bien recibida por los actores más relevantes del sector. El haber sido galardonados con el Premio Expansión al Mejor Despacho en Ciencias de la Salud 2023, y al Mejor Despacho Boutique (este segundo ex aequo) es buena muestra de ello. Es justo pensar, creo, que con nuestra especialización y nuestra forma de trabajar contribuimos a que las empresas e instituciones con las que nos relacionamos perciban el valor que algunos abogados podemos aportar a sus actividades.
En esta línea, de los dos actos que celebramos hablando sobre el futuro del medicamento en Europa merece la pena señalar que entre todos logramos crear un clima facilitador de una conversación tranquila sobre cuestiones de interés común, tranquilidad que estamos convencidos es muy necesaria. Estos diálogos nunca concluyen con respuestas concretas, pero permiten llevarse a casa alguna idea sobre la que pensar y ayudan a generar confianza, de eso se trata. Como bien dijo Maria Jesús Lamas, tenemos la gran suerte, el gran privilegio, de poder participar en la construcción de las normas que moldearán el entorno del medicamento en Europa en los próximos años.
Históricamente, las normas europeas han sido objeto de una revisión profunda cada 20 años. Estar presente cuando esto sucede, asistir al debate y participar cada uno en la medida de sus posibilidades es algo que debe animarnos a seguir pedaleando. Son muchas las cuestiones que están encima de la mesa, y también es bastante el tiempo que transcurrirá hasta que las ideas se vayan concretando, porque el proceso legislativo europeo es largo y complejo. Ahora toca dialogar, debatir, proponer, y especialmente escuchar, escuchar mucho para comprobar que para un mismo reto pueden plantearse diversas opciones que deben valorarse adecuadamente. Igual que se hace con los medicamentos, lo importante es analizar cada propuesta desde el punto de vista de su eficacia y de sus potenciales efectos adversos, especialmente de los efectos adversos estructurales que pueden causarse con una visión excesivamente parcial de las cuestiones a tratar.