Una oportunidad que no se puede escapar: Revisar la política farmacéutica
El Global
La pasada semana El GLOBAL apuntó en su haber la primera entrevista concedida a los medios de comunicación por D. Carlos Lens, tras haber éste cesado hace escasas fechas en su cargo de Subdirector General de Calidad de Medicamentos y Productos Sanitarios del Ministerio de Sanidad.
Conviene seguir con atención las reflexiones de figuras que, como Lens, han desarrollado buena parte de su vida profesional ejerciendo altas responsabilidades desde la administración pública sanitaria. Y el buen hacer periodístico de este semanario nos ha regalado algunas perlas que no deberían caer en saco roto. En especial en momentos como el actual, en que se encuentran en tramitación una serie de importantes reglamentos en relación con la cartera de productos incluidos en la prestación farmacéutica del SNS, que supondrán un punto de inflexión determinante en cuanto a las futuras reglas de juego.
Sus reflexiones en relación con el hecho de que el gasto farmacéutico debe ser puesto de una vez por todas en su justa perspectiva, y que no constituye, ni ahora ni en el pasado, un factor realmente crítico para el necesario equilibrio de las cuentas públicas, no pueden llegar en mejor momento. Tras la errática política legislativa en la materia, que hemos venido padeciendo al calor de las urgencias del día a día desencadenadas por la crisis que hemos sufrido, es muy de agradecer la sinceridad y valentía de sus declaraciones. Al igual que su apuesta por no descuidar la innovación, y por la búsqueda de fórmulas flexibles e imaginativas que permitan poner a disposición de la sociedad, sin demoras innecesarias, productos tan indispensables como los medicamentos huérfanos.
Los desarrollos normativos en este campo que está pilotando en la actualidad el Ministerio de Sanidad van a jugar un papel vital en este sentido. Y constituyen una oportunidad de oro para enmendar el tratamiento de una serie de cuestiones, a las que la normativa todavía vigente ya no puede proporcionar una respuesta adecuada.
El sistema de precios de referencia viene mostrando claros síntomas de agotamiento. Los retos que se han ido introduciendo no han conseguido dar respuesta satisfactoria a la incorporación de medicamentos complejos como los biosimilares, o de innovaciones incrementales de productos ya comercializados de alto valor añadido para el paciente y para el sistema sanitario. Es de esperar que el nuevo texto normativo preparado por el Ministerio, y que parece que será sometido a trámite de audiencia en breve, proporcione por fin una respuesta adecuada a estos y otros retos del sistema, por cuya solución viene clamando la industria desde hace muchos años.
La noticia mencionada en la entrevista sobre la intención de someter en breve a trámite de audiencia el reglamento que desarrollará las previsiones del texto refundido de la ley de garantías y uso racional en materia de financiación de productos sanitarios, es igualmente de agradecer. La situación de inseguridad a la que se veía abocado el sector ante la falta de desarrollo reglamentario en la materia parece que va a ser por fin corregida. La cruz de la moneda es que parece que seguirá demorándose la tramitación y puesta en marcha del nuevo real decreto en materia de financiación. Una pésima noticia, por cuanto resulta imperativo actualizar cuanto antes un sistemapensado y diseñado para una realidad socio-sanitaria muy diferente. Así, las decisiones en la materia siguen siendo tomados en virtud de los criterios generales previstos en el texto refundido la ley de garantías, cuya falta de concreción y detalle a través de un reglamento aboca a la industria a una situación de cuasi-indefensión ante las decisiones de los organismos competentes y a una falta de seguridad jurídica que puede lastrar las inversiones foráneas en nuestro territorio. Solo queda confiar en que se decidan a poner coto a esta situación.