Sobre pacientes, influencers y el arte de puntualizar

EL Global

En el mundo que vivimos cada vez cobra más importancia estar bien informado. También en el ámbito sanitario: los pacientes reclaman una mejor información, clara, completa y, en definitiva, de calidad; ya sea sobre el manejo de las enfermedades que les afectan, la forma de uso de determinados medicamentos que entrañan una cierta complejidad, o las medidas para mejorar la adherencia a ciertos tratamientos, por citar algunos ejemplos.

La industria farmacéutica, como conocedora de los medicamentos que comercializa y de las necesidades de los pacientes, sin duda desempeña un papel importante en la elaboración de estos materiales formativos e informativos, que en ningún caso pueden ser ni parecer promocionales. A través de diferentes guías y directrices, las autoridades competentes en materia de publicidad de medicamentos han ido perfilando cómo deben ser los materiales dirigidos a pacientes.

Así, a finales de 2019, el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña publicó una monografía titulada “Los materiales dirigidos a pacientes”, recientemente completada con una nueva monografía titulada “Aspectos sobre los materiales para pacientes a puntualizar”. Con esta nueva monografía se pretenden aclarar algunas cuestiones surgidas fruto de la práctica diaria, como la posibilidad de incluir en estos materiales, manifestaciones y valoraciones de personas que no padecen ninguna enfermedad. También se aborda la posibilidad de contratar influencers para elaborar contenidos informativos sobre patologías concretas o sobre medidas higiénico-sanitarias, y sobre si sería o no correcto publicar esta información en las redes sociales.

En cuanto a la primera cuestión, se indica que en materiales dirigidos a pacientes pueden incluirse testimonios de otros pacientes siempre que sufran la misma patología. Respecto a la segunda cuestión, se establece que no es admisible que la industria farmacéutica utilice a influencers para transmitir información sobre enfermedades que éstos no padecen. Además, se indica que no es admisible que los influencers publiquen información dirigida a pacientes en sus redes sociales, que son abiertas al público. Tampoco se considera aceptable que la industria contrate a personas que no sean profesionales sanitarios para elaborar contenidos informativos sobre patologías o medidas higiénico-sanitarias.

Por otra parte, se alude a los materiales informativos sobre enfermedades raras, indicando que en estos casos es aceptable incluir testimonios de pacientes reales que expongan sus vivencias y experiencia para ayudar a otros a entender el desarrollo de la enfermedad y contribuir a mejorar su calidad de vida. Sin embargo, en el documento ahora publicado también se establece que los materiales dirigidos a pacientes, elaborados por la compañía, pueden ser publicados en su página web “siempre que se incluya un apartado de acceso exclusivo para ese colectivo”, y se afirma que “en ningún caso puede dirigirse información sobre enfermedades concretas al público en general”, limitaciones estas que a mi juicio no tienen el necesario apoyo ni justificación en la normativa aplicable. Puntualizar es bueno, pero hasta cierto punto.

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información. ACEPTAR

Aviso de cookies